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03/10/2024
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Huerto y vivero Verbo Verde: símbolo de compromiso con la restauración ambiental
Con mucho entusiasmo, los niños de este taller se dirigen cada semana a esta área verde del colegio para cuidar las especies nativas que ahí se encuentran y aprender distintas técnicas de plantación.

En unos verdaderos expertos de la horticultura y viverismo se han convertido los alumnos del taller de Huerto. De forma experiencial, los niños interactúan con la naturaleza y aprenden de primera mano el desarrollo de los procesos naturales y el cuidado de plantas.

Después de la jornada escolar, los integrantes del taller parten rumbo al costado del gimnasio, para dirigirse al Huerto Verbo Verde, área creada en 2017 con el objetivo de mejorar el aprendizaje de los estudiantes sobre la ecología del suelo y todos los procesos relacionados con el desarrollo de especies vegetales.

“Quería tener un huerto y pensé en meterme al taller. Y gracias a eso logré hacer un huerto en mi casa, es grande y mucho mejor gracias al taller, las plantas me crecieron mejor. Tengo papas, acelga, choclos, porotos, espinacas, betarragas, trigo, zanahorias y cada semana nos da para comer sin tener que comprar”, comenta Manuel Zúñiga, alumno del 4° EB A.

Para Vicente Claro, también del 4° EB A, fue muy útil ingresar al taller porque también quería hacer un huerto en su casa. “Ahora tengo un minihuerto, tengo plantada acelga, tomillo, tomates, menta, choclo y unos cuantos árboles que nos regalaron acá”, añade.

El huerto Verbo Divino engorda distintos tipos de árboles. “Los compramos chiquititos, los cambiamos de bolsa para que sus raíces tengan espacio para crecer y así crecer también el follaje. Luego los regalamos para que sean plantados y cuidados por miembros de la comunidad del colegio y los regalamos para las familias de distintos proyectos sociales del colegio”, puntualiza Witt.
 

Aprendizaje en terreno

“El huerto Verbo Verde incluye diez camas de cultivo, un contenedor de compost, vermicomposteras, jardines verticales y sistemas hidropónicos y acuapónicos; todo regado automáticamente por goteo y microaspersión”, cuenta Juan Sebastián Witt, encargado de medioambiente y sostenibilidad. 

Gracias a este espacio, los niños han aprendido a través de forma concreta el cuidado de la naturaleza. “He aprendido cómo hay que plantar los árboles, trasplantarlos y también a reciclar”, relata Domingo Cerón, del 3° EB A.

“El huerto me ha permitido aprender sobre el cuidado de la planta, qué hacer y qué no hacer. Qué se le puede echar a una planta para revivirla cuando no le damos los cuidados necesarios”, añade Vicente.

La experiencia de Pedro Viñas, también del 3° EB A, ha sido muy positiva. “He aprendido muchas cosas, a plantar árboles, a cómo cuidarlos, a cómo dirigirlos, a cambiarlos y a cuidar el medio ambiente”.

 

 

 

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