04
enero 2021

En años anteriores no publicamos el Verbo Noticias ni su editorial desde mediados de diciembre. La pandemia ha hecho cambiar tantas cosas, que decidí seguir con estos editoriales hasta este saludo de Año Nuevo.

En primer lugar, quiero desearles un año 2021 lleno de bendiciones de parte de Dios. En palabras de San Arnoldo Janssen, quiero desearles que “Viva Dios uno y Trino en sus corazones y en los corazones de toda la humanidad”. Si Dios vive en nosotros, seremos felices, pase lo que pase, con o sin pandemia.

En segundo lugar, quiero recordarles que el Papa Francisco, hace poco menos de un mes, convocó a un Año Santo de San José, que va desde el 8 de diciembre de 2020 hasta el 8 de diciembre de 2021, pues se cumplieron 150 años de la declaración de San José como patrono de la Iglesia Universal, por el Papa Pío IX en 1870.

Les recomiendo encarecidamente leer la Carta Apostólica Patris Corde del Papa Francisco que leí en la mañana del 1° de enero de este año 2021. Es un texto breve, pero sumamente profundo, que no sólo reflexiona sobre San José, sino que lo conecta con la realidad actual, incluida la pandemia. No es necesario comprar el texto, porque está disponible gratuitamente en internet (http://www.vatican.va/content/francesco/es/apost_letters/documents/papa-francesco-lettera-ap_20201208_patris-corde.html).

Aprovecho estas líneas para indicar un punto relacionado con esto que vamos a enfatizar durante este año. En nuestro proyecto educativo actual se habla mucho de que formamos líderes transformadores de la sociedad. Algunos entienden esto como ser grandes estadistas o empresarios, lo cual es un ideal, al que llegan pocos.

Pero lo más importante es que nuestro Colegio sea capaz de formar hombres que sean buenos maridos y buenos papás, como lo fue San José, cuya misión, aunque de muy bajo perfil, fue mucho más importante que la de los emperadores de Roma, los hombres más poderosos de esa época. La influencia que tiene un papá o una mamá para transformar la sociedad es mayor que la de un político, un empresario o un sacerdote, porque pueden formar el corazón de sus hijos desde su más tierna infancia, que es donde más importa. El gran mensaje de Jesús es que Dios es un Padre. Y la imagen humana, terrena de padre que tuvo Jesús en este mundo fue justamente la de San José. San José es descrito por el Nuevo Testamento como “un hombre justo”, abierto y obediente a las inspiraciones de Dios. Ese es el perfil del exalumno que quiere formar nuestro Colegio.

Indico además dos puntos que serán prioridad en nuestro año 2021. Uno será la tecnología y otro, como balance, la lectura y comprensión de libros. Hasta el año 2019 éramos bastante cautos respecto a la tecnología. Sabíamos que era una herramienta útil, pero también peligrosa, porque nos conecta con el mundo, a veces a costa de aislarnos de las personas de carne y hueso que tenemos a nuestro lado. La pandemia nos mostró que no podemos prescindir de la tecnología, que debemos aliarnos con ella, para ayudarnos a aprender, no sólo conocimientos, sino también habilidades y, sobre todo, valores. Pero hay una habilidad en que Chile entero está a un nivel muy deficiente: la comprensión de lectura. Incluso a quienes tenemos una inclinación natural a las matemáticas nos hace falta poder comprender lo que leemos. Debemos leer más y entender lo que leemos. El Colegio hará un esfuerzo por fomentar la lectura, pero aquí le pido ayuda a los apoderados. Cuando los papás leen, los hijos van a leer. Como decía un escritor afroamericano: “los niños nunca han sido buenos para obedecer a sus mayores, pero nunca han dejado de imitarlos” (“Children have never been very good at listening to their elders, but they have never failed to imitate them”, James Baldwin, 1924-1987). Durante la pandemia, con tantas horas frente a la pantalla, al final del día yo añoraba poder sentarme a leer un libro de papel, como los antiguos.

Los norteamericanos hacen propósitos al comenzar cada año (New Year´s Resolutions). Los invito a incluir la lectura de libros, empezando en estas vacaciones de verano. Si el papá lee el hijo va a leer, si la mamá lee, sus hijos van a saber gozar de la lectura.

Somos la Congregación y el Colegio del Verbo Divino, de la Palabra de Dios, tenemos que tener un gran aprecio por la palabra, tanto hablada como escrita. Debe ser parte de nuestra misión aprender a comprender lo que se dice y lo que se escribe. Muchas veces repetimos que nuestra misión en este siglo XXI es el Diálogo Profético. La palabra Diálogo, más que un opuesto a monólogo, indica “palabra que atraviesa”, es decir, que llega al interlocutor, a su corazón y a su cerebro. Las clases son experiencias de diálogo. “La lectura de un libro es un diálogo con su autor”, como decía un gran profesor de la PUC.

Dios nos bendiga para que podamos mantener nuestros buenos propósitos para este año 2021, el  año  21 del siglo XXI.

Unidos fraternalmente en el Verbo Divino.