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22/05/2024
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Sentido, significado y valor geopolítico del combate naval del 21 de mayo de 1879
El departamento de Historia y Ciencias Sociales entrega una reflexión sobre este importante hecho de nuestro país.

Este nuevo aniversario del combate naval de Iquique nos mueve una vez más, a la reflexión histórica sobre este hecho trascendente de la historia de Chile, de profundo arraigo en el imaginario nacional, y que, por lo general, suele oscilar entre el acto mítico y la proeza heroica de un grupo de compatriotas en el cumplimiento de un deber cívico.

Entre estas dos miradas a la gesta del capitán de corbeta don Arturo Prat Chacón y sus compañeros de armas, que pasaron a las páginas doradas de nuestra historia aquel 21 de mayo de 1879 en la bahía de Iquique, cabe preguntarnos ¿qué sentido y significado puede representar para nosotros este hecho en el presente? Su respuesta es compleja, pues en sí mismo, éste constituye un hecho polisémico o de significados múltiples, que motiva una variada gama de interpretaciones que suelen ir desde considerarlo un mito fundante que abrió una nueva era en la historia de Chile a un acto de profundo valor patriótico que cambió el curso de la Guerra del Pacífico.

Desde nuestra perspectiva, y en una lectura contemporánea del hecho histórico, es decir, con sentido en el presente, su importancia estaría dada por el espíritu cívico del capitán Prat y los marinos que alcanzaron el heroísmo junto a él, aquel fatídico día cargado de gloria. Al observar el arrojo y el coraje de todos y cada uno de esos chilenos, vemos en ellos la consecuencia de una acción de vida que podemos visualizar en el buen ciudadano Arturo Prat, que logró conciliar armónicamente sus valores personales con su espíritu de servicio.

En el ciudadano Prat confluyen las virtudes republicanas que deben orientar la vida de todo chileno en el presente, espíritu de servicio y sentido del deber, servicio que demostró a través de la elección y práctica de su profesión de abogado que alternó con la trasmisión de conocimientos a los demás a través de las clases y el cumplimiento del deber que lo llevó a servir a su patria a través de las armas encontrando su destino heroico en Iquique.

Lejos de ser un hecho anacrónico o fuera de tiempo, mitológico o patriotero, el 21 de mayo de 1879 nos interpela en el presente para reflexionar e interrogarnos sobre nuestros valores cívicos, nuestro concepto de ciudadanía o nuestra actitud de vida, en el cumplimiento de los deberes que nos impone nuestro espíritu cristiano y nuestra labor ciudadana en el Chile de hoy.

Hay una arista no menor que se instala aquel 21 de mayo es esta, la defensa de la soberanía marítima. La Guerra del Pacífico, y específicamente la Batalla de Iquique, tiene profundas implicaciones geopolíticas para Chile. El conflicto permitió a Chile consolidar su soberanía sobre territorios ricos en recursos naturales, como el salitre, y fortalecer su posición en el escenario regional. La victoria en esta guerra no sólo expandió el territorio chileno, sino que también aseguró el acceso a recursos vitales para su desarrollo económico y fortaleció su identidad nacional.

Chile habita un espacio privilegiado con más de 4.300 kilómetros de costa en el Océano Pacífico, con un extenso territorio Antártico y una Zona Económica Exclusiva de aproximadamente 3,5 millones de kilómetros cuadrados, que equivale a más de cinco veces la superficie de su territorio continental sudamericano.

Actualmente, la importancia geopolítica de los mares y océanos es evidente, tanto desde la perspectiva económica como de la perspectiva estratégica, en ambas dimensiones nuestra nación se instala con amplias ventajas comparativas y competitivas, el Océano Pacifico resulta vital para nuestro futuro político y económico como reserva alimenticia de la humanidad.

En la actualidad, la explotación de recursos marinos renovables (pesca), la explotación de recursos no renovables del suelo y subsuelo (minerales), transporte de cabotaje e industria naviera, explotación de puerto e industria naval dan cuenta del potencial de nuestro territorio marítimo.

Desde la enseñanza de las Ciencias Sociales es un imperativo instalar el conocimiento de nuestro territorio cultural y geográfico, por ello en todos los ciclos profundizamos los conocimientos de geografía marítima reconociendo el valor de nuestro territorio marítimo como fuente de desarrollo sostenible y espacio de soberanía nacional.

Entonces esta gesta heroica resalta la importancia de la defensa naval y la capacidad de un estado para proteger sus intereses marítimos, que son esenciales para su seguridad y prosperidad económica en el contexto de un mundo globalizado, donde es imperante equilibrar la cooperación internacional con la protección de los intereses nacionales.

José Luis Rebolledo Molina
Departamento de Historia y Ciencias Sociales
Mayo 2024                    

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