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“Cristo ha resucitado”, señaló el P. Rector Sergio Edwards V. svd. para dar inicio a esta conmemoración, que congregó a todos los ciclos y a sus respectivos profesores en el Patio Central del Colegio.

Con emoción, los asistentes contemplaron la intensa llama del cirio pascual mientras escucharon atentamente el evangelio según san Mateo. 28, 8-15, que leyó el padre Felipe Hermosilla svd. Dichas palabras fueron una exhortación a no buscar a Jesús entre los muertos, en la oscuridad. Sino que más bien, se transformaron en un llamado a observar su rostro en lo cotidiano, donde transcurre y se gesta la vida, lejos del sepulcro. Jesús resucitado formula tres invitaciones importantes: a estar alegres, a no temer y finalmente a ir a Galilea, lugar donde se aparecerá.

A un costado del escenario, sobre una mesa, Pastoral colocó los cirios que cada nivel recibirá durante las próximas semanas. Estos velones, previamente bendecidos, acompañarán a los alumnos en sus oraciones y ceremonias, en el transcurso del año. De modo que la luz de Cristo no se apagará jamás, especialmente en sentido figurado, puesto que Él será el centro de todas las actividades.

En las peticiones, los estudiantes oraron por el mundo y la comunidad escolar y en el ofertorio, presentaron en el altar la ofrenda de Cuaresma y los huevitos de Pascua, que serán donados a los distintos proyectos sociales que realiza el CVD.

Entre cantos y alabanzas los niños del Ciclo Inicial agitaron sus cirios de papel para recordar que este hito es alegre y esperanzador y que Cristo nos acompañará siempre.