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  • 10
    junio 2025

    Estimada comunidad:

    El sábado pasado se confirmaron 72 alumnos del colegio y dos adultos relacionados con nuestra comunidad. Al día siguiente fue justamente Pentecostés, en que celebramos la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles. Tres semanas antes lo había hecho otro grupo de alumnos de tercero medio. En el Sacramento de la Confirmación, recibimos el Espíritu Santo, quien nos capacita para “salir al mundo”.

    En esta oportunidad vino Monseñor Luis Alberto Migone Repetto, obispo auxiliar de Santiago, Vicario de la Zona Oriente y, además, encargado de la Vicaría para el Clero. Nacido en 1959, cursó la enseñanza básica y media en la Scuola Italiana, como descendiente que es de inmigrantes de dicha nacionalidad, estudió medicina por unos años, pero dejó la universidad porque se sintió llamado por Dios al sacerdocio e ingresó al seminario pontificio de Santiago. Después de unos años en trabajo parroquial fue llamado de vuelta al Seminario como Director Espiritual, donde estuvo por unos treinta años, hasta que fue nombrado obispo hace un par de años. En su prédica tranquila y profunda, habló en parte de las cartas de los alumnos. Le llamó la atención que nuestros alumnos mencionaran la Santísima Trinidad. Es interesante que haya alumnos que hayan captado la importancia del Misterio que Dios es Uno, pero en Tres Personas.

    Con la solemnidad de Pentecostés termina el tiempo pascual, en la liturgia de la Iglesia retomamos el tiempo ordinario, en este caso a la décima semana del “tiempo durante el año”. Sin embargo, hay tres celebraciones relativamente “nuevas”, que nos conectan aún con el tiempo pascual porque profundizan tres aspectos de nuestra fe: el lunes fue la memoria de Santa María, Madre de la Iglesia; hoy jueves es la fiesta de Jesucristo, Sumo Sacerdote; el domingo es la Solemnidad de la Santísima Trinidad.

    El título de María, Madre de la Iglesia, viene de San Ambrosio, en el siglo V, pero fue reconocido oficialmente recién el 21 de noviembre de 1964, cuando se promulga la Constitución Dogmática Lumen Gentium (Luz de las Gentes) del Concilio Vaticano II, cuyo séptimo y último capítulo trata de María, gracias al trabajo del teólogo Hugo Rahner (hermano de Karl, que era aún más famoso) quienes muestran la íntima conexión entre María y La Iglesia. La memoria litúrgica de “María, Madre de la Iglesia” en el lunes después de Pentecostés comenzó primero en Argentina, y para toda la Iglesia 2018. El texto bíblico básico para este título de la Virgen está en el primer capítulo del Libro de los Hechos de los Apóstoles, en que se dice que todos los apóstoles estaban reunidos rezando para que viniera el Espíritu Santo, junto con María, la Madre del Señor, y otras mujeres. En el vitral de Pentecostés de nuestra iglesia aparece justamente María junto a los discípulos. También es importante el Evangelio de San Juan cuando nos muestra a Jesús en la cruz diciendo a María y a su discípulo más amigo (quien nos representa a todos) que son madre e hijo.

    En Chile y otros países se celebra hoy la fiesta de Jesucristo, Sumo Sacerdote. Este título se da a Jesús solamente la Carta a los Hebreos. En el resto del Nuevo Testamento a Jesús se le llama Ungido (en hebreo, Mesías; en griego Cristo); Hijo de Dios, profeta, rey, y otros títulos, pero no sacerdote. La Carta a los Hebreos tiene la genialidad de enseñarnos que Jesús es Sumo Sacerdote, pero no del orden de Aarón (el hermano de Moisés, de la tribu de Levi), sino de un sacerdocio superior, del orden de Melquisedec, una figura que aparece en el libro del Génesis, a quien Abraham (bisabuelo de Levi) ofrece el diezmo, es decir, lo considera superior a sí mismo. Jesús, a diferencia de los sacerdotes del Antiguo Testamento, no ofrece muchas veces sacrificios de animales, sino que ofrece un solo sacrificio, a sí mismo, en la cruz. Esta fiesta litúrgica se comenzó a celebrar en España en 1973, y aún no se celebra en todo el mundo.

    El domingo recién pasado fue Pentecostés y el domingo siguiente, es decir, en tres días más, celebramos la Solemnidad de la Santísima Trinidad. Desde el siglo XIV se celebra en toda la Iglesia esta solemnidad. Como hemos escrito muchas veces, nuestro fundador, San Arnoldo Janssen, al final de sus días contemplaba espiritualmente el Misterio de la Santísima Trinidad y nos dejó como legado que esta solemnidad era la más importante del año litúrgico para nuestra familia religiosa.

    La Trinidad es la fuente de la misión y de la vida comunitaria, las dos facetas de la identidad de la SVD que como colegio compartimos.

    Misión significa envío. El Padre envió al mundo a su Hijo. El Padre y el Hijo envían al Espíritu Santo. Jesús envió a sus discípulos diciéndoles: como el Padre me envió yo los envío a ustedes. Somos misioneros porque compartimos la misión de Cristo. Jesús nos dice - “salgan al mundo” - para lo cual manda desde el Padre al Espíritu Santo.

    La Trinidad nos muestra que nuestro Dios siendo un solo Dios, son tres personas: es una comunidad de Personas Divinas. Nosotros fuimos creados a imagen y semejanza de Dios, por lo que estamos llamados a vivir en comunidad. La célula básica de la sociedad es la familia, que es la comunidad humana más natural. La Iglesia es también una comunidad. Toda parte de la Iglesia también lo es. Nuestro colegio es una comunidad, tal como la congregación lo es. El obispo Luis Migone desarrolló también este punto.

    Quiero conectar esta solemnidad con nuestra iglesia: tres de nuestros vitrales, los dos del sur y el del noreste, tienen un triángulo: eso simboliza la Trinidad. Nuestra capilla muestra la espiritualidad que heredamos de San Arnoldo Janssen.

    Termino agregando una reflexión ante la pena que embarga a la familia Moraga Echeverría, por el fallecimiento de su hijo Juan Diego, hermano de nuestros alumnos Matías y Joaquín, y de nuestro exalumno Max. También falleció el marido Marta Castro ex subdirectora del primer ciclo de nuestro colegio. Estar con ellos en estos momentos tan tristes nos enseña que nuestra misión no es triunfar, sino cuidar a quien más nos necesita. Eso es lo que Dios siempre hace con nosotros. A eso estamos llamados.

    Fraternalmente unidos en el Verbo Divino,
     

    Sergio Edwards SVD
    Jueves 12 de junio de 2025