31
mayo 2021
Evangelio según San Mateo

Domingo 30 de mayo de 2021

Estimada comunidad del CVD:

Hoy comenzamos con un mayor aforo en los terceros y cuartos básicos. Esto permite que los alumnos vengan varias semanas en forma presencial, y después tendrán una semana en la casa clases online exclusivamente para ellos. Es un avance hacia una mayor presencialidad, que es nuestro objetivo para todo el Colegio, pero la velocidad de su implementación irá dependiendo de las condiciones de la pandemia en nuestra ciudad.

Este paso es importante y de cuidado, porque tenemos muchísimos contagios en el país y - en nuestra Región Metropolitana - los más altos desde que comenzó la pandemia. En el Colegio ha habido casos sospechosos y personas de la comunidad escolar con síntomas, algunos de ellos PCR positivo. Por precaución hemos debido enviar a la casa a un nivel completo: los cuartos medios.  Sin embargo, tenemos buenas expectativas a futuro, al menos los funcionarios del Colegio han tenido, todos, la oportunidad de vacunarse y han comenzado las evaluaciones de las vacunas para niños hasta 12 años. Y estamos convencidos de que la mejor manera de aprender es con clases presenciales, por eso decidimos dar un paso más en el aumento del número de alumnos que vengan al Colegio a participar en clases en forma presencial.

Hoy celebramos la Visitación de María, cuando ella – movida interiormente por el Espíritu Santo y con el Hijo de Dios dentro de su ser, va donde su pariente Isabel. Va a servir y a compartir su experiencia de Dios.

Ayer la Iglesia Universal celebró la Solemnidad de la Santísima Trinidad, que en nuestra familia religiosa es muy importante porque nuestro fundador, San Arnoldo Janssen, nos dejó como legado que, en el año litúrgico, ésta es la fiesta más importante para nuestra congregación misionera: porque la misión de la Iglesia viene de la Misión de Dios. Recordemos que la palabra misión viene del latín: missio, envío. El Padre envió a su Hijo al mundo: Jesús, el Verbo Divino hecho carne, es el primer misionero. Jesús envía a sus discípulos como misioneros a todo el mundo, pero para que ellos puedan llevar a cabo dicha misión, después de volver al cielo, el Hijo de Dios envía desde el Padre al Espíritu Santo. La fuente de la Misión de la Iglesia es la Santísima Trinidad.

Estas ideas de San Arnoldo Janssen han pasado a toda la Iglesia por medio del decreto Ad Gentes del Concilio Vaticano II: “La Iglesia peregrinante es misionera por su naturaleza, puesto que toma su origen de la misión del Hijo y del Espíritu Santo, según el designio de Dios Padre” (AG2). Este documento fue redactado en la casa que tiene la SVD en Nemi, a unos 30 km de Roma. Los obispos y teólogos, bajo la dirección del entonces superior general de la congregación, Johannes Schutte (1913-1971), redactaron el texto que fue presentado al plenario del concilio. El padre Schutte había trabajado en China desde 1940, pero en 1950, después de siete meses de prisión fue expulsado por el régimen comunista que había tomado el control de ese país el año anterior. Fue superior general de la SVD entre 1958 y 1967, y participó en el concilio, con derecho a voto por tener dicho cargo. Ente los que redactaron el documento conciliar sobre las misiones durante los años 1964 y 1965, estaba también el entonces joven teólogo alemán Joseph Ratzinger, que 40 años después fue elegido Sumo Pontífice, el Papa Benedicto XVI, quien decidió renunciar a los 85 años de edad, en 2013. 

Dios siempre ha estado enseñando a la humanidad, pero durante la misión de su Hijo Jesucristo en esta tierra hace dos mil años, “sus clases fueron en forma presencial”. 

Aprovecho de felicitar a nuestro exalumno Lucas Nervi que ganó el lanzamiento de disco en el Campeonato Sudamericano de Atletismo, ya como adulto. Es una prueba en que a los 30 años se llega al máximo rendimiento, y Lucas, que aún no cumple 20 años, ya está en la cumbre a nivel continental. Felicitamos también a sus padres y a sus profesores. Su logro es el fruto de un esfuerzo constante, que no he disminuido en tiempos de pandemia.

Quiero felicitar también a los alumnos de IV Básico que el miércoles y jueves pasado, justo entre Pentecostés y la Santísima Trinidad, hicieron su Primera Confesión. En este sacramento recibimos el perdón de nuestros pecados por medio de la Iglesia, en el nombre de Dios, que es Uno y Trino: del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Pidamos a Dios Padre que, por medio de su Hijo Jesucristo, el Verbo Divino hecho hombre, nos envíe su Espíritu Santo para que podamos aprender lo que nos quiere enseñar en estos momentos de pandemia, de agitación social e incertidumbre política, y que la Virgen María nos visite para darnos ánimo en estos tiempos difíciles.

Termino con la oración que compuso San Arnoldo Janssen en sus últimos años: ¡que viva Dios Uno y Trino en nuestros corazones, y en los corazones de toda la humanidad! Amén.

Sergio Edwards SVD

Lunes 31 de mayo de 2021