02
marzo 2023

Querida comunidad escolar:

Ayer comenzó marzo y se iniciaron las clases de un nuevo año escolar, justo una semana después del miércoles de ceniza con que comenzamos la Cuaresma. Le damos la bienvenida a todas las personas que integran nuestra comunidad: alumnos, funcionarios y sus familias. 

Este año lo hemos denominado un período de reflexión proyección y diseño, donde nuestro foco estará en continuar los esfuerzos por mejorar la convivencia escolar, siendo más rigurosos tanto en la disciplina como en la puntualidad, y en pensar el colegio que queremos para los próximos cinco años. Eso es lo que le he pedido al equipo directivo liderado por la profesora Ana María Tomassini.

No se trata de copiar modelos de otros colegios ni de traer grandes novedades, sino simplemente ser lo que tradicionalmente ha sido nuestro establecimiento. Hace sesenta años –yo entré a primera preparatoria a este colegio, “el de los padres alemanes” – que se caracterizaba por el rigor, la puntualidad, la disciplina y el trabajo bien hecho. Nuestras líneas educativas mencionan cinco valores que queremos enfatizar este año para que pasen a ser virtudes de cada uno de nosotros: la honestidad, la humildad, el respeto, la solidaridad y la empatía. Debemos agregar algo que más que un valor es un estilo de vida: el autocuidado o la vida saludable, marcada por el autocontrol (en el consumo de alcohol, etc.) y el deporte. 

Vamos a seguir usando las herramientas del aprendizaje cooperativo y del pensamiento visible a la vez que continuaremos con las intuiciones del modelo de crecimiento basado en el vínculo que es simplemente usar el sentido común: para educar a niños y jóvenes tenemos que estar cerca de ellos, conocerlos, quererlos, pero poniendo límites. Estas son maneras de llevar el diálogo profético al aula, y a todo el trabajo educacional.

Quiero recordar que en los últimos años hemos tenido la meta de seguir mejorando la comprensión lectora, tanto en castellano como en inglés, en un mundo cada vez más digitalizado, en que se lee menos, se escribe menos, y en que la Inteligencia Artificial le puede hacer a uno sus trabajos escritos.

En resumen, para lograr recuperar las prácticas y valores tradicionales de nuestro Colegio, le he pedido a la vicerrectora que mejore la gestión del Colegio, especialmente en las áreas académica y de convivencia escolar, con el fin de ser lo que siempre hemos sido.

Los sacerdotes de la SVD nos vamos a concentrar en el sello verbita del Colegio. En 2025 la Congregación del Verbo Divino va a cumplir 150 años, en Chile 125 años y nuestro colegio 75 años. Desde ahora nos preparamos para ese año. A nivel de la congregación, tenemos un capítulo general el próximo año, en cuya preparación debiéramos participar todos, religiosos y laicos de todas las instituciones de la SVD en el mundo.

La congregación es una comunidad internacional e intercultural. Nuestra misión en el siglo XXI no es sólo "salvar almas", como se decía hace un siglo, sino "dar testimonio de la universalidad e inclusividad del Reino de Dios, mediante el Diálogo Profético" (XV Capítulo General, año 2000). La salvación es para gente de todos los pueblos porque el Reino de Dios es universal. La internacionalidad de nuestra congregación es un aporte importante en este aspecto de nuestra misión. Somos una congregación internacional e intercultural. Ya en nuestra propia casa los religiosos de la SVD tenemos que entablar un diálogo intercultural porque vivimos juntos, personas de distintas culturas. 

Esta experiencia la queremos transmitir a los alumnos de nuestros colegios. Para entablar un diálogo con personas de otra cultura necesitamos, como primera herramienta académica, el dominio de otros idiomas, empezando por el inglés, que se ha convertido en el idioma universal. La apertura a la universalidad del Reino de Dios nos ayuda a desarrollar la solidaridad, valor que nos hace tomar conciencia que todos los seres humanos estamos sólidamente unidos en un destino común. 

Nuestra misión es también dar testimonio de la inclusividad del Reino de Dios, porque la salvación es no sólo para todos los pueblos, sino también para cada persona, especialmente los marginalizados de cada comunidad. Este es un gran desafío para nuestro Colegio: acoger alumnos que tengan capacidades y gustos diferentes porque, en realidad, cada persona humana es única e irrepetible, creada por Dios con un cariño especial para hacer del mundo algo mejor. La inclusividad requiere que desarrollemos la empatía, para no sólo aceptar, sino más bien apreciar a quienes son diferentes.
 
Tanto para abrirnos a la universalidad como a la inclusividad del Reino de Dios necesitamos fomentar en nuestra comunidad el valor del respeto -etimológicamente mirar por segunda vez- para librarnos de los prejuicios hacia las personas diferentes.

En el ámbito pastoral, hay muchos desafíos. El Papa nos invita a reflexionar sobre la Sinodalidad de la Iglesia. Hace sólo tres años nos invitaba a unirnos al Pacto Educativo Global. La congregación tendrá un capítulo general bajo el lema: "que tu luz brille delante de la gente" (Mateo 5,16) "Discípulos creativos en un mundo herido". Entre tantos temas optamos porque este año 2023 nuestro lema sea "escuchar el clamor de los pobres", pues eso es lo central para la segunda etapa del Plan de Acción Laudato Si' al que nos invita el Superior General de la SVD, haciendo eco al llamado del Papa Francisco, que comenzó hace más de un año "escuchando el clamor de la Creación". Los pobres son justamente los más afectados por la crisis ecológica.

Dios les bendiga y cuide a toda nuestra comunidad escolar.

Fraternalmente unidos en el Verbo Divino,

Sergio Edwards SVD