15
noviembre 2021

Estimada comunidad:

Esta semana más de 110 alumnos de tercero medio recibirán el sacramento de la confirmación en tres ceremonias - lunes, martes y miércoles a las seis y media de la tarde – en misas presididas por Monseñor Carlos Godoy, Obispo Auxiliar de Santiago; el Cardenal Celestino Aós OFM Cap, Arzobispo de Santiago, y Monseñor Jorge Vega SVD, Obispo de Valparaíso. Estas ceremonias tendrán un aforo limitado: podrán venir sólo quienes se confirman con sus padrinos y sus padres, porque aún estamos en pandemia, y nuevamente con un número bastante alto de contagios, llegando casi a los tres mil al día durante la última semana. 

Permítanme repetir algunos puntos, que ustedes saben, pero siempre debemos recordar, sobre el sacramento de la confirmación. Lo fundamental es que se recibe el Espíritu Santo, tal como los apóstoles lo recibieron en día de Pentecostés, como lo muestra bellamente el vitral nororiente de nuestra capilla. Nuestro vitral muestra que María también recibe ese Espíritu Santo, porque el libro de los Hechos narra que, poco antes de Pentecostés, ella y otras mujeres estaban con los apóstoles “en la sala de arriba” (seguramente la misma sala en la parte superior de una casa donde se celebró la última cena, es decir, donde Jesús instauró el sacramento de la Eucaristía). 

Durante la fiesta de Pentecostés de ese año - en que Jesús murió, resucitó y subió a los cielos - no fue la primera vez que el Espíritu Santo venía sobre los seres humanos. En el comienzo de la Biblia se dice que “el Espíritu de Dios se cernía sobre las aguas”, antes de la creación del mundo. Ese texto bíblico está representado en el vitral oriental de nuestra capilla.  

El Credo “largo” (compuesto en el concilio de Nicea, año 325, y completado en el de Constantinopla, año 381) enseña que “el Espíritu Santo habló por los profetas.” El vitral nororiente – que muestra Pentecostés en su parte superior - muestra a “un” profeta del Antiguo Testamento en su parte inferior. Seguramente se trata de Isaías que hablaba de los dones del Espíritu Santo; pero podría también ser Joel, que anuncia que el Espíritu Santo descenderá sobre toda carne; podría ser Ezequiel, que anuncia al Espíritu Santo dando vida a los muertos, u otro porque varios profetas hablaron y todos estaban inspirados por el Espíritu Santo.

El vitral norponiente de nuestra capilla también nos muestra al Espíritu Santo, porque el ángel Gabriel le anuncia a María que será la Madre del Mesías, del Cristo, y que la concepción de ese hijo será milagrosa, porque “el Espíritu Santo descenderá sobre ti”, como nos narra San Lucas en su evangelio. San Mateo nos dice que María concibió “por obra y gracia del Espíritu Santo”. 

En resumen, tres de los seis vitrales de nuestra iglesia, o capilla, muestran al Espíritu Santo. 
Esto se debe a que nuestro Fundador, San Arnoldo Janssen tenía una gran “devoción” al Espíritu Santo, al punto que las congregaciones femeninas - una de vida misionera activa, otra contemplativa - que él fundó no se llaman igual que la rama masculina, no son “hermanas del Verbo Divino”, sino “Siervas del Espíritu Santo”.   La primera basílica en el continente americano dedicado al Espíritu Santo fue construida por nuestros misioneros de la SVD, en Palermo, Buenos Aires, Argentina. San Arnoldo logró comprender el rol crucial del Espíritu Santo en la vida de cada persona y de la Iglesia en su conjunto leyendo a los teólogos alemanes del siglo XIX que “recuperaron” el rol del Espíritu Santo (a quien antes llamaban “el Dios olvidado”), tras estudiar los escritos de los Padres de la Iglesia (santos teólogos de los primeros siglos del cristianismo).

Este Espíritu Santo siempre está viniendo sobre nosotros: cuando rezamos o leemos la Biblia; cuando creemos las verdades de nuestra fe; al aceptar la invitación a participar en la misión de la Iglesia; al defender al débil, al asistir al necesitado de ayuda; cada vez que amamos de verdad a alguna persona; cuando recibimos cualquiera de los siete sacramentos, pero muy especialmente al recibir la confirmación. 

Este domingo tendremos en nuestro país Elecciones Presidenciales, Parlamentarias y de Consejeros Regionales. Los invito a rezar para que este proceso se realice en paz, y el Espíritu santo ilumine a todos los que votamos para que podamos elegir a nuestras autoridades, y que todos respetemos el pensamiento de quienes que piensan distinto, y que juntos podamos seguir construyendo nuestro País por el camino del diálogo y nunca más por medio de la violencia.

Unidos en el Verbo Divino, que desde el Padre nos envía al Espíritu Santo,

Sergio Edwards SVD

Lunes 15 de noviembre de 2021