08
noviembre 2021

Estimada comunidad:

Hoy comienza el Mes de María, una de las tradiciones religiosas más bonitas de Chile. En otras latitudes se celebra durante todo el mes de mayo, que en el hemisferio norte es en primavera, época de flores. Les recomiendo leer un breve artículo sobre la historia del mes de María.

Una de las cosas que nos ayudan en Chile a recordar con cariño el mes de María es la bella oración que nos habla primero de las flores que le ofrecemos a Nuestra Madre durante este mes, y que pasa a las virtudes, “los lirios que tú nos pides son la inocencia de nuestros corazones; nos esforzaremos, pues, durante el curso de este mes, consagrado a tu gloria, ¡Oh Virgen Santa!, en conservar nuestras almas puras y sin manchas y en separar de nuestros pensamientos, deseos y miradas, aún la sombra misma del mal. La rosa cuyo brillo agrada a tus ojos, es la caridad, el amor a Dios y a nuestros hermanos; nos amaremos pues, los unos a los otros, como hijos de una misma familia, cuya Madre eres, viviendo todos en la dulzura de una concordia fraternal. En este mes bendito, procuraremos cultivar en nuestros corazones la humildad, modesta flor que te es tan querida, y con tu auxilio llegaremos a ser puros, humildes, caritativos, pacientes y resignados”.

Este año, nuestro mes de María coincide con las últimas semanas del año de San José, al cual llamó el Papa Francisco el año pasado, y que iba desde el 8 de diciembre de 2020 a igual fecha de este año 2021, y en la que escribió el documento Patris Corde, del cual quiero citar un texto que es muy adecuado en nuestro colegio, en que sólo tenemos alumnos varones: “José acogió a María sin poner condiciones previas. Confió en las palabras del ángel. «La nobleza de su corazón le hace supeditar a la caridad lo aprendido por ley; y hoy, en este mundo donde la violencia psicológica, verbal y física sobre la mujer es patente, José se presenta como figura de varón respetuoso, delicado que, aun no teniendo toda la información, se decide por la fama, dignidad y vida de María. Y, en su duda de cómo hacer lo mejor, Dios lo ayudó a optar iluminando su juicio»”.

La misión de nuestro colegio es que todos los alumnos logren aprendizajes integrales. Eso no sólo implica los conocimientos que se miden en la prueba de admisión a la universidad, sino muchos otros aprendizajes que son más importantes, como las virtudes del respeto a los demás, particularmente a las mujeres. Nuestra misión no es sólo que los exalumnos del CVD sean líderes que transformen la sociedad desde la política, el mundo empresarial, las artes, la educación, las ciencias o las humanidades. Sino que también se desarrollen en el ámbito personal desde su vocación, si esta es la matrimonial, que sean buenos maridos y buenos padres, que puedan ser capaces de formar una familia - núcleo básico de la sociedad – en la que todos sus miembros logren el aprendizaje más importante: que aprendan a querer a los demás, lo que se logra sintiéndose y sabiéndose queridos tal como son.

Hemos querido marcar el fin del año de San José con algo concreto, visible, que nos recuerde que el aprendizaje más importante es saber construir una familia en que todos aprendan a quererse. Hemos pedido a la señora Isabel Pinto, arquitecto, la misma que hace réplicas - en pequeño tamaño - del Cristo de la Iglesia del CVD, una imagen de la Sagrada Familia, que ya está en el colegio, y que queremos bendecir durante el Mes de María de este año.

Dios, por medio de su Hijo Jesucristo, el Verbo Divino hecho carne, nos envié su Espíritu Santo para vivir este mes con la piedad para ser “dignos hijos de la más santa y de la mejor de las madres”.

Sergio Edwards SVD

Lunes 8 de noviembre de 2021.