28
septiembre 2023

Estimada comunidad:

Estamos en la semana del retorno de las vacaciones de Fiestas Patrias, que culminaron con el domingo de oración por Chile, día de la procesión de la Virgen del Carmen. Al comenzar esta tercera parte del año quiero recapitular algunas conmemoraciones y énfasis de nuestra comunidad: misiones, honestidad, economía ecológica, el Día del Profesor.

Septiembre es, en Chile, el mes de la patria y, a nivel de todas las Iglesias Cristianas, el mes de la Biblia. Este año, septiembre estuvo marcado con la conmemoración de los 50 años del 11 de septiembre de 1973. No se recordó mucho otra conmemoración de 50 años: el fallecimiento del poeta Pablo Neruda, que se cumplió el sábado pasado, pues falleció el 23 de septiembre de 1973. Este año leí el libro “Adiós Poeta” en que el autor recuerda a Pablo Neruda. Después leí las memorias del poeta “Confieso que he vivido”. Abajo está el poema “La Palabra”, de gran profundidad metafísica, como decía mi profesor de Antropología Filosófica, un sacerdote jesuita. En este poema se percibe la influencia del Prólogo de San Juan, el texto bíblico que da nombre a nuestra congregación y a nuestro colegio.

Octubre es el mes de las misiones, que comienza con la memoria de Santa Teresa del Niño Jesús, Teresita de Lisieux, monja carmelita francesa que murió a los 24 años, y que es – junto al gran misionero de oriente del siglo XVI, el sacerdote jesuita español San Francisco Javier-  la Patrona Universal de las Misiones, pues ofreció su oración y los dolores de su enfermedad por los misioneros. Durante este mes tenemos el Domingo Universal de las Misiones, en que se reflexiona sobre su importancia, se reza por los misioneros y se contribuye materialmente a ayudarles en su trabajo.

El próximo miércoles, 4 de octubre, es la memoria de San Francisco Asís, con la que comienza el tercer año del Plan de Acción Laudato Si´, al que nos llama el Papa Francisco, para que las ideas de su encíclica no queden guardadas entre los numerosos libros de nuestras bibliotecas, sino que pasen a ser una realidad en nuestra vida personal, comunitaria y social. Nuestro superior general pide a todas las parroquias, colegios, comunidades religiosas y otro tipo de entidades de la SVD en el mundo a unirse a este plan. El primer año el énfasis estuvo en “escuchar el clamor de la creación”, este segundo año que ya termina tratamos de “escuchar el clamor de los pobres”. En el tercer año de este Plan de Acción Laudato Si´, que comienza en seis días más, el foco estará en la “economía ecológica”.

Este mes y el próximo, que comienza este domingo, en el colegio estamos enfatizando el valor de la honestidad, el cuarto de cinco valores que estamos fomentando este año: respeto, empatía, solidaridad, honestidad y humildad. En internet encontré estas palabras de Santa Teresa de Calcuta, a quien recordamos el pasado 5 de septiembre, a 27 años de su fallecimiento, es decir, del comienzo de su vida eterna: “La honestidad y la transparencia te harán vulnerable. De cualquier forma, sé honesto y transparente”.

La honestidad se relaciona mucho con la economía ecológica, porque este valor no sólo implica actitudes en la vida de estudiante - no copiar en las pruebas, no hacer pasar como propios los trabajos académicos ajenos, no hacer trampa en los deportes, etcétera – sino en la vida profesional, particularmente en la administración de bienes escasos, donde la moral cristiana nos enseña a todos a trabajar con empeño, sin sacar la vuelta; y, a los jefes, a pagar salarios justos, a respetar la dignidad de cada empleado y, también, a cuidar el medio ambiente.

Nuestras recientes vacaciones terminaron el lunes 25 de septiembre, porque quisimos dar un día extra para celebrar el Día del Profesor, que en Chile es el 16 de octubre. Nuestras felicitaciones y agradecimientos a todas las personas que se dedican a la docencia, particularmente en nuestro colegio.

En otras partes del mundo el Día del Maestro se celebra otro día del año. En China se celebra hoy, 28 de septiembre, porque es el cumpleaños de Confucio, el gran sabio, el maestro por excelencia de esa cultura milenaria. Termino con una frase suya que nos muestra la importancia del aprender haciendo: “Me lo contaron y lo olvidé; lo vi y lo entendí; lo hice y lo aprendí”.

Fraternalmente unidos en el Verbo Divino,

Sergio Edwards SVD
Santiago de Chile
Jueves 28 de septiembre de 2023

 

Nació

la palabra en la sangre,
creció en el cuerpo oscuro, palpitando,
y voló con los labios y la boca.

Más lejos y más cerca
aún, aún venía
de padres muertos y de errantes razas,
de territorios que se hicieron piedra,
que se cansaron de sus pobres tribus,
porque cuando el dolor salió al camino
los pueblos anduvieron y llegaron
y nueva tierra y agua reunieron
para sembrar de nuevo su palabra.
Y así la herencia es ésta:
éste es el aire que nos comunica
con el hombre enterrado y con la aurora
de nuevos seres que aún no amanecieron.

Aún la atmósfera tiembla
con la primera palabra
elaborada
con pánico y gemido.
Salió
de las tinieblas
y hasta ahora no hay trueno
que truene aún con su ferretería
como aquella palabra,
la primera
palabra pronunciada:
tal vez sólo un susurro fue, una gota,
y cae y cae aún su catarata.

Luego el sentido llena la palabra.
Quedó preñada y se llenó de vidas.
Todo fue nacimientos y sonidos:
la afirmación, la claridad, la fuerza,
la negación, la destrucción, la muerte:
el verbo asumió todos los poderes
y se fundió existencia con esencia
en la electricidad de su hermosura.

Palabra humana, sílaba, cadera
de larga luz y dura platería,
hereditaria copa que recibe
las comunicaciones de la sangre:
he aquí que el silencio fue integrado
por el total de la palabra humana
y no hablar es morir entre los seres:
se hace lenguaje hasta la cabellera,
habla la boca sin mover los labios:
los ojos de repente son palabras.

Yo tomo la palabra y la recorro
como si fuera sólo forma humana,
me embelesan sus líneas y navego
en cada resonancia del idioma:
pronuncio y soy y sin hablar me acerca
el fin de las palabras al silencio.

Bebo por la palabra levantando
una palabra o copa cristalina,
en ella bebo
el vino del idioma
o el agua interminable,
manantial maternal de las palabras,
y copa y agua y vino
originan mi canto
porque el verbo es origen
y vierte vida: es sangre,
es la sangre que expresa su substancia
y está dispuesto así su desarrollo:
dan cristal al cristal, sangre a la sangre,
y dan vida a la vida las palabras.

Pablo Neruda