
Estimada comunidad:
Hace pocos días regresaron a Chile los 23 alumnos de 1° EM y 4° EM que representaron al colegio y a Chile en el Mundial de Atletismo realizado en Río de Janeiro, Brasil. Felicitamos a nuestros atletas por su destacada participación.
Hoy termina agosto, el Mes de la Solidaridad, en que enfatizamos este valor, con el fin de que pase a ser una virtud, es decir, un hábito adquirido en cada uno de nosotros.
El sábado pasado se realizó la Fiesta de los Apoderados cuyo objetivo, además de crear comunidad, es ayudar a las familias que están temporalmente pasando estrecheces económicas. Es un ejemplo de solidaridad, esta vez, dentro de una misma comunidad.
Un pequeño aporte a la profundización de este valor es recordar cómo este concepto entró en la Iglesia, que antes usaba otros términos para decir lo mismo. Ya mencioné las veces en que el Papa Benedicto XVI mencionaba la palabra solidaridad en su primera encíclica, “Dios es Amor”.
Ahora quiero ir más atrás, al primer Papa que usa este término, que es Pío XII en su primera encíclica, “Supremo Pontificado” (SP), publicada el 20 de octubre de 1939 -medio año después de ser elegido Sumo Pontífice- y que debe editar para hacer mención -lo hace nueve veces- a la Segunda Guerra Mundial, que había comenzado sólo 50 días antes: “Mientras escribimos estas líneas … nos llega la terrible noticia de que, por desgracia, a pesar de todos nuestros esfuerzos por evitarlo, el terrible incendio de la guerra se ha desencadenado ya. Nuestra pluma casi se detiene cuando pensamos en las innumerables calamidades de aquellos que hasta ayer se gozaban con la modesta prosperidad de su propio hogar familiar. Nuestro corazón paterno se siente lleno de angustia al prever todos los males que podrán brotar de la tenebrosa semilla de la violencia y del odio, a los que la espada está abriendo ya sangrientos surcos (SP16)”.
El Papa Pío XII menciona, en este documento, seis veces la palabra solidaridad, que había sido usada en otras ciencias, comenzando por el derecho, y tomando fuerza en la sociología y que ahora él introduce en los documentos oficiales de la Iglesia: “Al poner esta primera encíclica de nuestro pontificado…las experiencias y las ansiedades de la época presente despiertan la solidaridad entre todos los miembros de la familia católica y agudizan y purifican el sentimiento de esta solidaridad en grado raras veces conseguido. E igualmente excitan en todos los que crecen en Dios y siguen a Cristo como guía y maestro el reconocimiento de un peligro común que está amenazando sobre todos sin excepción. Este espíritu de mutua solidaridad entre los católicos, que … se ha visto aumentado por la peligrosa situación presente, (DS 7-8)”. “… solidaridad de los pueblos … nos parecía dar una esperanza tanto más feliz y más fecunda cuanto más trágicas eran las circunstancias materiales y espirituales del momento (SP10)”. “Entre los múltiples errores que brotan… consiste en el olvido de aquella ley de mutua solidaridad y caridad humana impuesta por el origen común y por la igualdad de la naturaleza racional en todos los hombres, sea cual fuere el pueblo a que pertenecen, y por el sacrificio de la redención, ofrecido por Jesucristo en el ara de la cruz a su Padre celestial en favor de la humanidad pecadora (SP27-28)“. Juzgamos necesaria aquí una advertencia: la conciencia de una universal solidaridad fraterna, que la doctrina cristiana despierta y favorece, no se opone al amor, a la tradición y a las glorias de la propia patria, ni prohíbe el fomento de una creciente prosperidad y la legítima producción de los bienes necesarios” (SP37).
Mañana comienza septiembre, Mes de la Patria, en que estaremos enfatizando el valor de la honestidad, hasta octubre.
Fraternalmente unidos en el Verbo Divino,
Sergio Edwards SVD
Santiago de Chile, jueves 31 de agosto de 2023