
Estimada comunidad:
Cada día se celebra un santo. Hoy es San Bonifacio, monje inglés que salió al mundo a predicar el Evangelio y lo hizo en Alemania, donde Jesús aún no era conocido. Este santo es considerado el apóstol de Alemania, por lo que nuestro fundador, San Arnoldo Janssen, le tenía una gran devoción. Su tumba, ubicada en Fulda, es un lugar de peregrinación. Este santo, bautizado como Winfred, y llamado Bonifacio (el que hace el bien) en su vida como religioso, murió como mártir un día como hoy, el 5 de junio del año 754, cuando tenía casi 80 años.
Cuando yo era niño, aquí en el colegio, una de nuestras profesoras, casi todas religiosas del norte de Europa, era la “madre Bonifacia”. Su nombre de bautismo es otro, Hildegard, pero en la vida religiosa adoptó ese nombre en honor al santo patrono de su país natal.
La semana pasada fue la Ascensión del Señor, poco antes de la cual Jesús envió a sus discípulos: “salgan al mundo”, pero no inmediatamente, porque debían esperar “la fuerza de lo alto”. Este domingo 8 de junio este año celebramos Pentecostés, es decir, la Venida del Espíritu Santo sobre esos mismos apóstoles 50 días, siete semanas, después de Pascua de Resurrección. Con el Espíritu Santo, que es Dios, tal como el Padre y el Hijo, recibieron la fuerza de lo alto para poder salir al mundo. Tal como el envío misionero está representado en el vitral poniente, la solemnidad de Pentecostés aparece en el vitral nororiente de nuestra iglesia. En ese momento los apóstoles finalmente salen al mundo.
Pasado mañana, sábado 7 de junio, un segundo grupo de alumnos de tercero medio recibirá el sacramento de la confirmación, en el que los cristianos recibimos el Espíritu Santo, tal como los apóstoles en Pentecostés, que es justo al día siguiente.
El Espíritu Santo no sólo nos capacita para salir al mundo, sino que también nos hace formar comunidad. Los primeros discípulos eran reconocidos porque eran una comunidad muy unida, donde nadie pasaba necesidad.
Todo establecimiento educacional debiera ser una comunidad de aprendizaje, más aún, las que pertenecen a la Iglesia Católica, sobre todo si son de una comunidad religiosa, como es nuestro caso. Hay muchas instancias para formar comunidad. Una de ellas es la kermesse, como la que tuvimos este sábado recién pasado, que fue todo un éxito. Felicito al Centro de Padres y a todos quienes apoyaron en la organización de esta fiesta familiar quienes, seguramente sin darse cuenta, cooperaron con el Espíritu Santo en esta instancia que fortalece nuestra comunidad.
Otra forma de crear comunidad es reunirse para ayudar a quienes tienen necesidad. Un grupo de más de 50 alumnos del colegio con un grupo similar de alumnas del VMA estuvieron construyendo casas para personas que viven de allegados a sus parientes, de modo que tengan una cierta independencia. Esta vez el proyecto Construyendo una misión fue en la comuna de San Vicente de Tagua Tagua, al suroeste de Rancagua. Felicitamos a estos jóvenes y a los adultos que los acompañaron por haber salido al mundo en ayuda de quienes padecen necesidades.
Fraternalmente unidos en el Verbo Divino,
Sergio Edwards SVD
Jueves 5 de junio de 2025