07
julio 2022

Querida comunidad:

Les escribo en este día en que nuestros alumnos iban a comenzar sus vacaciones, pero lo tuvieron que hacer una semana antes por la decisión gubernamental de adelantar y alargar las vacaciones de invierno. 

Estos días han sido de mucho trabajo de evaluación y planificación para muchos de los funcionarios del Colegio, empezando por el Equipo Directivo.  

Hoy tuvimos un encuentro con el director del área de educación de la Conferencia Episcopal de Chile, quien nos presentó las nuevas bases curriculares del ramo de Religión, aprobadas hace dos años por el Ministerio de Educación, y unos meses antes por los obispos de Chile. Adaptándose al hecho de que una gran proporción del país ya no se declara católica, y que los católicos practican menos su religión, los programas de Religión ya no son una catequesis, sino una reflexión sobre las preguntas más importantes del ser humano a la luz de la persona de Jesucristo. Nos contaba el expositor que un joven profesor de una pequeña escuela unidocente del sur de Chile, al oír la explicación del nuevo enfoque de las clases de religión, había exclamado que "al fin la Iglesia está respondiendo a las preguntas de los jóvenes del Chile de hoy". 

En nuestro Colegio tenemos un programa propio, en el ramo llamado "Formación Misionera Verbita", que incluye el estudio de otras religiones y otras culturas. Este programa también será revisado, y las nuevas bases curriculares de la enseñanza de religión serán de gran ayuda para ese proceso. 

Nuestro taller incluyó preguntas profundas sobre este tema. ¿Cuál es el objetivo de las clases de religión, que los alumnos tengan una experiencia de fe o que reflexionen para ser capaces "de dar razón de nuestra esperanza", como escribe San Pedro en una de sus cartas? Aunque el ideal sería que las clases de Religión fueran una ocasión para tener una experiencia de fe (de suyo, a veces lo son). Ese objetivo es más para la pastoral de los colegios. El objetivo de las clases de Religión apunta más a una reflexión sobre los contenidos de nuestra fe católica. 

Invito a los miembros de nuestra comunidad a preguntarse, personalmente y con personas cercanas, especialmente en familia: ¿Dónde y cuándo he experimentado la presencia de Dios? 

En vacaciones tenemos más tranquilidad para hacernos ese tipo de preguntas y a conversar sobre estos temas con familiares y amistades.  

Dios les bendiga. 
Fraternalmente unidos en el Verbo Divino, 

Sergio Edwards SVD
Jueves 7 de julio de 2022