18
octubre 2021

Estimada comunidad:


Hoy es el segundo aniversario del estallido social. En otras ocasiones he comentado lo diferente que hubiera sido si los líderes de ese movimiento social hubieran actuado como Gandhi, que fue capaz de derrotar al Imperio Británico sin derramar una gota de sangre, uniendo al pueblo de la India por medio de la no violencia activa. Se logran mejores resultados y quedan menos heridas cuando los cambios se logran sin violencia. 

Eso es parte de la lucha cristiana por la Justicia y la Paz, que desde el Concilio Vaticano II es una de las dimensiones características de la Sociedad del Verbo Divino y de muchos otros grupos de la Iglesia Católica. A esa dimensión se le agregó hace menos de 30 años el cuidado del medio ambiente, que en término cristianos se llama “integridad de la creación”. Como cristianos debemos luchar por transformar la sociedad para que haya una paz estable, lo que se logra por medio de la justicia, no sólo entre los seres humanos de este momento de la historia, sino con los del futuro.

Dejarles a las siguientes generaciones un mundo lleno de basura y contaminación es un pecado contra la justicia. Las inequidades de la sociedad actual son la causa del malestar. Transformar esas injusticias es también un deber del cristiano, pero con métodos pacíficos como los de Gandhi, Martin Luther King o Nelson Mandela después de su conversión a la paz tras décadas en prisión. 

Otro aspecto importante para lograr la paz duradera, es entender en profundidad las causas de los problemas. En los últimos años se enarbolan consignas que se vociferan en las calles y en las redes sociales. Hace 10 años las consigas eran “no al lucro”, “educación de calidad”; hace cuatro años “no + AFP”; hace dos años “arda la Iglesia”. Ahora se escribe la consigna “aborto libre”. Mucha gente que repite y vocifera esas consigas no es capaz de explicarlas. Como les decía hace unos meses, y usando una expresión del poeta Vicente Huidobro, parecen “esclavos de la consigna”.

Nuestra misión como educadores es lograr que las personas desarrollen su espíritu crítico: los niños, los jóvenes y también los adultos. Para ello es importante leer más, darse el tiempo para estar en silencio leyendo el significado y las consecuencias de las consignas, es importante investigar a fondo de qué se trata el problema que se está presentando a la discusión pública. 

Para que los niños lean, los papás deben leer. No basta con que en el colegio tengamos planes de fomento a la lectura. Los hijos imitan a sus padres. Si ustedes quieren hijos lectores, lean ustedes. Busquemos libros entretenidos de modo de sentir el placer de la lectura. Eso es el primer paso para lograr adquirir el hábito de la lectura, y así poder mejorar la comprensión lectora, que es la base para todo aprendizaje.  Hace unas semanas les recomendaba a los papás y mamás cada día preguntarle a sus hijos e hijas qué has aprendido hoy. Agrego una pregunta similar: ¿Qué has leído hoy?

Hoy es la memoria de San Lucas, autor del tercer evangelio y del libro de los Hechos de los Apóstoles. Él era un hombre que no se quedó en fórmulas breves, que son necesarias, como “Jesús es el Cristo”; “Jesús es el Hijo de Dios”. Siendo griego leyó y estudió la Escritura judía, lo que nosotros llamamos el Antiguo Testamento (en su tiempo se estaba escribiendo el Nuevo). Fue ayudante de Pablo, con quien compartió la prisión. Se dice que incluso fue a entrevistar a la Virgen María. Al comienzo de su primer libro Lucas afirma haber investigado diligentemente todo desde los orígenes para que los cristianos conozcan la solidez de las enseñanzas que han recibido.  Esa es la actitud que debiéramos tener todos los cristianos, en particular los miembros de la comunidad del Colegio del Verbo Divino.   

Concluyo repitiendo que nos cuidemos, usemos mascarillas, porque la pandemia no ha terminado, pues los números de contagios y la positividad de los test PCR siguen subiendo en forma preocupante durante las últimas semanas. 

Unidos en el Verbo Divino,

Sergio Edwards SVD

Lunes 18 de octubre de 2021, Fiesta de San Lucas, Evangelista.