07
marzo 2022

Querida comunidad:

Hoy lunes 7 de marzo comienza la primera semana completa de clases, de lunes a viernes, con horario normal, tal como teníamos antes de la pandemia. El lunes 14 de marzo, comenzaremos con nuestras actividades extra programáticas, y ese día habremos vuelto a una “nueva normalidad” escolar. Sin embargo, la situación todavía no es igual que hace unos años, pues la pandemia aún sigue, por lo que debemos seguir usando mascarillas y monitoreando cada caso de COVID-19 u otra enfermedad infecciosa, para evitar que haya más contagios. La semana pasada bajó considerablemente el número de contagios en Chile, pero sigue siendo muy alto. Lo más preocupante es que el número de fallecimientos fue altísimo la semana pasada, llegando el jueves pasado a 272, el número diario más alto en lo que va de pandemia. Me tocó dar el domingo pasado el sacramento de la Santa Unción a un señor de 70 años, consuegro de un exalumno, que a los dos días falleció de COVID-19. La pandemia nos sigue golpeando duro: ¡no dejemos de cuidarnos! 

Esta semana comienzan los alumnos a almorzar en el Colegio. Habrá tres turnos diferentes, para evitar grandes números de alumnos simultáneamente en el casino. También entregaremos a toda la comunidad escolar nuestros protocolos sanitarios para la pandemia, que han sido actualizados con los últimos lineamientos del Ministerio de Educación, los cuales hemos reforzado con algunas medidas adicionales que nos permitirán seguir cuidando a todos nuestros funcionarios, alumnos, y sus familias. 

Chile vive una semana histórica, no sólo porque tenemos el Día de la Mujer, el martes 8 de marzo; no sólo porque la Convención Constituyente está en una etapa de redacción de secciones muy importantes del proyecto constitucional, sino – especialmente - porque este viernes, el 11 de marzo, es el cambio de mando: asume el presidente más joven de la historia de Chile, que tiene la mitad de la edad del presidente saliente. Es literalmente un cambio generacional. 

Esta semana, el mundo sigue con pena y horror por el desarrollo de la guerra en Ucrania, no sólo por la muerte de tanta gente, sino por el temor que el conflicto escale a niveles de una guerra mundial, que podría ser con armas de destrucción masiva. 

No nos quedemos de brazos cruzados: podemos ayudar al fin de la guerra con nuestra oración y nuestro ayuno, como nos invitaba el Papa Francisco para el pasado 2 de marzo, Miércoles de Ceniza. Ofrezcamos nuestras oraciones y sacrificios espirituales también por nuestra patria, que enfrenta la violencia en la zona sur, en poblaciones donde reinan los narcotraficantes y que ha vivido episodios de mucha violencia en los últimos años. 

En esta primera semana de Cuaresma, unámonos más profundamente a Jesús, quien nos dice: “la paz les dejo, mi paz les doy”. Él es el Cristo, el Mesías anunciado por los profetas como Príncipe de la Paz, que es nada menos que el Hijo de Dios hecho hombre, el Verbo de Dios hecho carne. Creamos firmemente en que Él nos puede salvar de la muerte y de la guerra, si es que los seres humanos permitimos que nos salve. 

Unidos en el Verbo Divino, 

Sergio A. Edwards V. svd