09
agosto 2021

Estimados miembros de nuestra comunidad educativa:

La semana pasada fuimos testigos - presenciales, por las redes sociales y medios de comunicación - de la grave alteración del orden de nuestra comunidad que provocó un grupo de alumnos de 4° Medio. Ha sido quizás el período con más exposición mediática de nuestro Colegio en muchos años, que hacía creer por varios días que nuestro Colegio era un caos. En realidad, fue un momento de grave desorden, que duró unos 10 minutos, luego de los cuales comenzamos a retomar las actividades habituales.

Fue tanta la exposición mediática que muchos opinaban. Las interpretaciones de la gente eran muy variadas. Al ver el video que tomó uno de los estudiantes que se fugó, algunos creyeron que era la gente de la primera línea que había ingresado al Colegio. Otros veían en esta acción de alumnos encapuchados una intención de unirse a las demandas del estallido social de fines de 2019. Otros lo consideraban una simple travesura de jóvenes para marcar el fin de su vida escolar porque lo veían como una simple repetición de la tradicional “despedida de los cuartos medios” que en este y otros colegios casi todos los años realizan algo similar. Las reacciones de la gente iban desde un extremo al otro: algunos pedían sanciones ejemplares mientras otros consideraban que había que dar vuelta la página.

Aunque esta es una larga tradición que casi siempre consiste en tirar bolsas de plástico llenas de agua, muchas veces esto toma un curso inesperado porque un grupo minoritario hace desmanes. Eso sucedió el martes 3 de agosto durante el primer recreo. Hubo bombas de ruido, que pueden ser muy peligrosas porque se fabrican con un ácido muy abrasivo que podría dejar ciega a una persona. Se esparció polvo de tres extintores que puede dañar los pulmones de personas con asma. Se tiraron huevos y bolsas de pintura, además de las habituales bolsas de agua. Un grupo de alumnos se encapuchó (no fue la primera vez, ni aquí ni en otros colegios similares), lo que es muy serio en el contexto actual del país, y de ellos algunos se fugaron del Colegio, saltando la reja de nuestra entrada principal. Se grabó un video de esta fuga de alumnos encapuchados, el cual “se viralizó” por las redes sociales y fue transmitido una y otra vez por algunos canales de televisión. Fue algo gravísimo, más aún en este tiempo de pandemia, que merece severas sanciones y que no se debe repetir. Pero lo más importante es que debemos aprender de esto. Es el momento de cambiar las malas tradiciones, en este y en otros colegios.  

Aquí en el CVD tenemos la experiencia de que es posible cambiar para bien. Hace algunos años nuestra barra en los campeonatos interescolares de atletismo tenía un comportamiento muy inadecuado. Fuimos sancionados justamente. Trabajando juntos - alumnos, apoderados y los funcionarios del Colegio – logramos diseñar un plan de acción que le dio garantías al ente organizador, nos levantaron la sanción y tuvimos una barra que se portó bien, siendo un apoyo y no una fuente de distracción para nuestros atletas. No fue la barra brava de los alumnos desordenados de los cursos superiores, sino una barra entretenida, pero respetuosa, de todo el Colegio: con alumnos grandes y pequeños, apoderados y funcionarios, hombres y mujeres. Esto nos muestra que es posible cambiar las malas tradiciones.

Es hora de reflexionar sobre lo ocurrido y de tomar acciones para que en adelante la despedida de los alumnos que egresan sea un motivo de alegría y no de temor o vergüenza para nuestra comunidad escolar. Lo haremos los funcionarios, se harán reflexiones en cada curso e invitamos a los apoderados a reunirse para pensar cómo ir desterrando de los colegios estas malas prácticas.

Si esta generación logra un cambio cultural, será un ejemplo para que las generaciones siguientes se despidan de sus compañeros menores con tradiciones bonitas, significativas, como es el agradecimiento a sus profesores, que han hecho alumnos de otros años y que muchos de esta generación quieren emular. En adelante estaremos orgullosos de nuestros alumnos que salgan de 4° Medio. Para lograr este cambio, debemos trabajar todos juntos: alumnos y exalumnos, apoderados y quienes trabajamos en el Colegio.

Termino con una reflexión que conecte con nuestra identidad católica y verbita. Somos seguidores de Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre, el Verbo Divino hecho carne: su vida es nuestra vida, su misión es nuestra misión. Cristo es la Verdad y la Vida. Jesús nos dice que la Verdad nos hará libres. Nuestros alumnos de 4° Medio que participaron en estos desmanes han sido llamados a entrevistas personales. En general, han sido honestos y han reconocido su participación: “se sacaron la capucha que cubría su rostro” y están dando la cara, diciendo la verdad. Nuestros alumnos están aprendiendo que nos enaltece reconocer los errores y aceptar con honor el castigo por mal comportamiento. Muchos de ellos ya están planificando acciones para reparar el daño causado y cambiar las malas costumbres.

Unidos en el Verbo Divino,

Sergio A. Edwards V. svd

Lunes 9 de agosto de 2021.