El Primer Ciclo Básico es un período muy significativo para los niños del CVD, en el que además de alcanzar aprendizajes en clases y a través de actividades representativas, comienzan a desarrollarse de manera integral, a través de talleres, actividades extraprogramáticas, retiros, entre otros.
Los niños también comienzan su vivencia religiosa y espiritual, que les permite vincularse con Dios y con la comunidad, con experiencias concretas de encuentro con el Señor y con el prójimo.
En el transcurso de los distintos niveles, los niños van aprendiendo a desarrollar diversas destrezas, con creatividad y de manera didáctica, enfocándose siempre en los valores verbitas, y buscando una educación integral, con progresivos niveles de autonomía, autocuidado y desarrollo de la voluntad.